jueves, 10 de junio de 2010

REBELIÓN

Mis islotes de Langerhans hoy se han rebelado. Por mi descuido y mi falta de atención, proclaman. Lo cierto es que yo ya no sabía dónde encontrarlos, y mi falta de coordinación entre páncreas y bazo me ha condenado a esta sedición.

Las revueltas comenzaron con una migración por canales secundarios a mi hígado. Allí han tomado de rehenes a unos hematíes y han bloqueado varios vasos y mi estómago. Así han forzado la negociación.

¡Independientes!. Han tenido un arrebato de insularidad y quieren ser independientes; no se conforman con la autonomía. Por supuesto me he negado. Y contraatacan. Ya no realizan su función; ahora segregan endorfinas.

Me están envenenando, intoxicando poco a poco hasta la muerte. A pesar de eso no los complaceré. Y sé que no lo resistiré.

Pero soy tan feliz.

No hay comentarios: