lunes, 10 de septiembre de 2012

EL PEDANTE.

[El Pedante ha muerto. No ha sido ley de vida, sino una decisión meditada. El Pedante ha muerto. Antes de abandonar esta esfera, el Pedante se presenta ante el Coro de Jueces. Mejor dicho, ante el Coro de Juzgadores.
El Coro viste de blanco, el Pedante apenas se viste con una especie de pañuelo hindú que tapa sus genitales.]

Pedante: Ante este coro blanquísimo, pulcrísimo, inmaculado, me presento.Yo soy aquel que quise ser amado y no lo fue. Yo soy aquel a quien no esperaba el mundo y llegó.

Juzgador 1: Está bien esa forma de presentarse, humilde como siempre ha correspondido a los humildes. Sabe usted presentarse. Sabe usted predisponer y soliviantar a este Coro con solo una frase.

Pedante: Ese es mi sino. Hablar y molestar.

Juzgador 2: ¿Acaso no lo pretendías?

Pedante: No. Y lo siento. Durante toda mi vida fue igual, hablaba y no pensaba. Siempre me encontré con la misma patente reacción ante los que hablaba, se me iba la cabeza y charlaba, charlaba y charlaba pensando que los demás me seguían. Y era falso, los demás me seguían hasta dónde aguantaban y además interpretaban lo que querían, o podían, de mis palabras

Juzgadora 3: Y usted erre que erre. Además de pedante, insistente, cabezón.

Pedante: Disculpe, cabezón, no. Mi cabeza tiene unas proporciones muy normales. Creo que quiere usted decir cabezota.

Juzgador 4: Se da usted cuenta de que sus continuas correcciones no le favorecen.

Pedante: Sí, me doy cuenta. Soy consciente de que este irrefrenable deseo de corregir me condena, pero no sé qué me ocurre porque mi lengua cabalga desaforada antes de que mi mente la detenga. Es algo congénito.

Juzgadora 5: ¿Pretende darnos pena?

Pedante: ¡Qué va!. Lo que pretendo es que comprendan que es algo que está en mi naturaleza, en mi ser. Que comprendan que así como todo el mundo sabe que una víbora morderá porque es una víbora, que sepan que un pedante hablará porque es un pedante.

Juzgadora 6: Quizás comprendamos la naturaleza de una serpiente y sus reacciones porque son instintivas. ¿Cree usted que un gen lo convierte en pedante?

Pedante: Puede que algo parecido

Juzgadora 7: Mire. Hasta donde sé lo suyo es un comportamiento, un hábito que se puede corregir.

Pedante: ¿Y cómo corregirlo?

Juzgadora 8: Poniéndose en el lugar del otro. Pensando en lo que el otro piensa y necesita, en lo que desea oir, anteponiendo los deseos y necesidades de los demás a las suyas. Haga eso y podrá corregir su aptitud.

Pedante: Actitud, no aptitud.

Juzgador 9:  Va por buen camino.

Pedante: Lo siento. Lo que no entiendo es cómo hacerlo si he muerto.

Juzgadora 10: Si jura hacer lo que le hemos dicho volverá a vivir. De usted dependerá que sea una vida diferente, de usted dependerá tomar un camino distinto en cada ocasión en la que fue pedante.

Pedante: ¿Y si no juro? ¿O prometo?.

Juzgador 11: Recuerde que será juzgado.

Pedante: ¿Por qué?, ¿Por saber mucho?

Juzgadora 12: No. Hacen falta personas que sepan. Pero los conocimientos no son todo lo que hay que tener; saber puede ser combinado: hay que saber tratar a las personas, saber estar, saber que no se es el ombligo del mundo,...

Pedante: Aun así no aprecio falta o pecado en mí.

Juzgador 13:  El pecado está en el daño que hiciste a los demás, a los que con tus palabras, con tu arrogancia hiciste sentir inútiles e inservibles. Date una oportunidad y rehaz tu vida.

Pedante: Escojo el juicio.

Juzgadora 14: Sea

Coro: TE CONDENAMOS.

Pedante: Esto sí que es un juicio rápido. Pero condenar es transitivo, ¿y el objeto directo?

Coro: ¡¡GRRRR!!... LA CONDENA ES A VIVIR TU VIDA MIL VECES COMO PEDANTE, A SER JUZGADO MIL VECES Y A REVIVIR EL DAÑO QUE HAS CAUSADO.

Pedante: Con mi actitud, como decís, ¿qué me va a suponer a mí?.

Coro: EN CADA VIDA SABRÁS UN POCO MÁS LO QUE SIENTEN LOS DEMÁS, SUFRIRÁS COMO ELLOS, PERO NO PODRÁS CAMBIAR TU FORMA DE SER. ESA ES LA CONDENA.

[Y así ha sido desde el día de este juicio, mil vidas que está viviendo el Pedante, mil condenas, mil veces la muerte buscada por el Pedante].

Así que si te tropiezas con el Pedante, no te castigues. No pienses que el Pedante queda indemne, en su conciencia, día a día, queda un estigma. El del daño que te ha causado y que le provocará la muerte.

Obsérvese el sobrado cumplimiento de la ley de paridad en el Coro de Juzgadores. Y Juzgadoras.

¿Buscan al pedante?

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