miércoles, 2 de abril de 2014

EL EXTRAÑO CASO DE LOS SUPERPAPÁS.

En  mi azarosa, o abúlica, o aburrida, vida, pues cada cual la verá de una forma, he visto a gentes variopintas y me he sentido mil veces fuera de las peculiares esferas en las que se ejecutan las relaciones humanas. Pero he de confesar que entre las más peculiares, sin género alguno de duda, está la esfera de los superpadres.

Esta esfera contiene en su interior a otras, podríamos verla como un cojinete esférico lleno de rodamientos o como una esfera de Mohr, pero su envoltura externa fue hace unos años la de unos seres apresurados, gorditos y vestidos de chandal, a ser posible de felpa. Las características exteriores de estos padres están mutando. Ahora a esa mezcla, que va quedando obsoleta, se unen, según su autonombramiento, los alternativos, los ciudadanos del mundo y los hispter de nuevo cuño. Eso sí, en cualquier caso, padres y madres, seamos políticamente correctos, niños y niñas, prolonguemos la corrección, mantienen una línea común. No verá usted a una niña en un parque con chandal y a su supermamá con un vestido de Zara. Será más bien que madre e hija comparten a Lola Palabradehonor, y que superpapá e hijo llevan pantalón de cuadritos, camiseta de los Rolling y una cadenita, como de reloj, saliendo del bolsillo. Incluso una vez creí ver a un niño, y a su superpapi, con barba y cabeza rapada en los columpios. Jamás supe si se trataba de un postizo. Que los superpapis lo pueden todo.

Quizás esta característica no baste para distinguir a los superpapás. ¿Quién no ha visto a familias numero-sosísimas vestidas todas con vestidos, camisas, pantalones cortos y faldas idénticas? No. El aspecto exterior engaña. La verdadera característica de unos superpadres está en que lo saben, lo conocen, lo hacen, o mejor lo han hecho ya, todo. Hablemos de comidas, ellos nos ganarán. Porque, a usted le cuesta preparar un menú diario equilibrado, ellos tienen la comida programada hasta verano, y no avanzan más por no saber si tienen que poner una comida de celebración o de reparación moral cuando juegue la selección; si buscamos recetas de Thermomix, no se preocupe, ellos las tienen todas, y las han probado; estuvieron en los casting de Masterchef, también en los de la versión Junior. Pero hablemos del cole, que nos depriman, porque, ¿qué hijo de superpadre no es un niño superdotado?, ¿qué hija de supermadre no es la mejor en el baile?. Y sustituyan  baile, niño, niña, futbol, inglés, superpadre, supermadre, salsa, judo, esgrima, vela… Se hacen una idea, ¿verdad?. Sí, los superpadres, son aquellos que abren una mochila y contiene El Corte Inglés, batidos, bollos, toallitas, jerseys, mudas, tareas, y que cierran la mochila y parece la funda del móvil. Sí, son ellos, los que se saben los horarios de Eurodisney, los hoteles, las animaciones de los hoteles, los zoos, los descuentos de la Banda…

Una vez saqué provecho de una horda de superpadres en Eurodisney. Como ejemplares ejemplares de superpadres habían hecho coincidir, y de forma misteriosa dilatar para que la conjunción fuera perfecta, sus vacaciones con las vacaciones escolares de sus retoños. Nos cruzamos con ellos a la entrada del parque. Los recuerdo a las nueve de la mañana azorados, sudando, con sus “chándales” idénticos, amplios. Nosotros pensábamos que éramos los primeros en entrar al parque, ya que abría a esa hora, pero se ve que no contábamos con la existencia y el poder de los super. En fin, aquellos super no habían encontrado a otros super con los que rivalizar, así que se encontraban con el depósito de cosasenlasquesoyelmejor lleno, y necesitaban soltar lastre. Nosotros fuimos los afortunados receptores de una guía de los mejores restaurantes, horarios, atracciones y planificación del parque.

Contémplenlos. Los superpadres se caracterizan por ser a la vez esclavos y dueños de sus hijos. Porque he observado que la vida de estas familias está domeñada, ¡vaya arcaísmo chulo!, por la vida infantil, que no hay otra razón de ser que el disfrute y el engrandecimiento del niño, y que cuidan de sus hijos como cuidaron en su día del álbum de cromos o del Commodore 64. Y que los hijos en sí son una posesión, una forma de canalizar frustraciones, de pasear en bici por donde ellos no pudieron, de ganar batallas que no lucharon, de modificar su historia. Afecto, verdadero amor, le llaman ellos.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Casi siempre viven ignorando que lo son. Y algunos a lo mejor hasta criticando a los de (sin ser conscientes) su misma especie.

Anónimo dijo...

Anónimo, gracias por su reflexión. Es posible que así sea, y que tenga algo de superpadre. Es posible.
Si usted me conoce podrá decirlo con fundamento. Si no me conoce lo habrá dicho al azar, y hasta podrá acertar.
Hay de todas formas una cosa que me gustaría comentarle, la historia intentaba dejar al margen a los hijos. Hace poco un amigo atacó a otro con un asunto que es para mí intocable, hacer daño gratuito a un niño por su inteligencia, problemas o defectos. Esto me ayudó a moderar esta entrada y a eliminar un párrafo que podría haber hecho daño si se hubiera interpretado de mala manera. Por eso vea usted que no se dice que lo hijos sean de una manera u otra. Es una entrada centrada en los padres.
Si diera la casualidad de que usted se dedica a la educación, tiene hijos o contacto con la comunidad educativa, verá que he acertado en describir a un grupo de padres.
De todas formas cuando leo comentarios como el suyo me queda siempre una duda. ¿Le ha gustado y por eso merece un comentario o es al contrario?

Anónimo dijo...

Kotyan. Gracias por su respuesta. He hablado yo en mi comentario de hijos? Centra en exceso su respuesta en esa tema que ni he tocado.
Se ha centrado exclusivamente en esos padres de los que Ud. habla. Que a veces, repito, ellos, sin ser conscientes de ser como Ud los describe también describen de la misma forma que Ud hace. Solo eso. Me ha sorprendido que Ud haya tomado mi comentario como algo personal cuando creo que no nos conocemos. Nada más lejos de mi intención (no el conocernos).
Un saludo.

Anónimo dijo...

Un saludo.

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