miércoles, 2 de abril de 2008

SORPRESA A DESHORA

Hace años este presente era inexistente, no por ser como todo futuro uno de todos los posibles, sino porque este ser que escribe no estaba definido y se encontraba perdido. Gracias quizás al miedo y a los convencionalismos, no era un bote zozobrante perdido en el mar. Sí, estaba zozobrando, pero aun me unían cabos muy finos a algún puerto. Con ayuda y cuidado, con tesón, esfuerzo y precisión fui poco a poco tirando de aquellos cabos, los más débiles, y los fui fortaleciendo. A medida que tiraba, me dirigía, sin saber a cuál, a algún puerto. Corté algunas amarras y solté mucho lastre. Aquel pesado barco fue tan ligero como una goleta y conseguí, no sin sortear alguna tormenta y mucho esfuerzo, fondear en buen puerto, plácido y acogedor.
Anoche recordé a unos de esos compañeros de viaje, un viejo acompañante, la radio. No quería realizar una de esas evocaciones nostálgicas, tan solo recordar la palabra y la música. La vieja amiga no me defraudó, me acogió con una sorpresa...I love your glasses.

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