miércoles, 9 de mayo de 2012

CUMPLEAÑOS

Hace dieciocho años un despiste imperdonable acabó convirtiéndose en "Mucho más que dos". Debería haber reflexionado, si no lo hice entonces, sobre el significado premonitorio del título de aquel doble casette. Y han pasado años, dieciocho, si mis antológicos despistes no han contado mal.

Puede pensarse que pienso en mucho más que dos por la suma de nuestras hijas a la pareja, y la cuenta sale. Si tener la segunda hija no es igual al doble de tener la primera, sumarlas a la pareja anterior es ya un problema de cálculo complejo. Y no estoy yo, por cuadriculado que sea, para este tipo de cuentas.

El sabio señor don Antonio Morilla dijo aquello de que al fin y al cabo una cifra no es más que la suma de sus dos mitades, pero Inma, que por su aspecto sigue siendo la niña de la primera mitad, ha vivido ya mil vidas. Y sus años han dado para mucho. Puede mirar atrás con cierta tristeza y recordar. Y puede mirar atrás con cierto orgullo y recordar su fortaleza y el amor que ha repartido. Todo se le permite. No solo hoy.

Hay mucha gente que quiere que mire hacia adelante. Hay mucha gente que la necesita. Pero sé que ella a veces lo que quiere es no ser necesitada sino querida, y lo es. Y no solo por lo que da sino, tan solo y tan mucho, por lo que es. Te queremos. Te quiero.

Gracias por tenerme en una de las mitades de tu vida. Si insisto, haz la cuenta, en dos años estaré en las dos mitades.

Felicidades, ardillita.  



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