jueves, 25 de febrero de 2010

MORIRÉ.

Cómo no, moriré.

Como a cada ser me espera la muerte. Cierto que no sé cuando será, ni me imagino, ni quiero imaginar, su forma. Asumo que llegará y no quiero esperarla. No porque no sepa que algún día llegará, sino porque esperarla es una forma pequeña de morir, de renunciar. No. Cuando tenga que partir que sea Ella, la Vieja Dama, quien venga a buscarme.

Y moriré.

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