sábado, 31 de julio de 2010

POR LA TIERRA DEL SLOW FOOD

Los edificios de Florencia tienen la piel ajada y muestran con orgullo las arrugas de la edad. Se alzan sobre un suelo de piedra que los picapedreros toscanos renuevan con afán perfeccionista. Alguien podría decir que estas casas llenas de apartamentos recuerdan a las de París, todos los edificios de viviendas tienen el mismo aire intemporal, podrían ser del renacimiento, podrían ser decimonónicos, pero los edificios parisinos se alinean en cuadrículas perfectas, los de Florencia serpentean, se mueven, crean farallones que detienen el camino de los turistas a los secretos de la ciudad.

Hemos paseado no solo por esta ciudad, sino por gran parte de Toscana, desde la costa hasta el interior y hemos descubierto un mundo medieval. ¡Estos italianos son así, nuestros primos mayores!. Saben disfrutar de la vida y lo hacen con buen gusto. Saben querer su tierra y sus costumbres sin vergüenza y sin complejos.

Y hemos comido como se debe comer, alimentando los sentidos, y no solo saciando el hambre. ¡Oh, il santo bevitore!. ¡Oh, il santo mangiatore! Y el vin santo, el Brunello de Montalcino, el Suave del Véneto. Y la grappa. Y comer pizza, sí, una pizza slow food, con las manos, en una plaza medieval de Pisa.

Hemos inventado cuentos e historias con perros, gatos, arquitectos, príncipes y curtidores. Y, en realidad, no sabemos si son ficticios los cuentos inventados o son historias que nos han inventado a nosotros para que las contemos. En la sagrada ciudad de Tomencia.

Y el amor se vuelve amor junto al Arno. Junto al corredor de los Médicis, el que usaban los príncipes para no mezclarse con la chusma. El mismo río, ¿el mismo río?, que recogió la sangre de los animales descuartizados en el Ponte Vecchio y de los que se rebelaron contra el magnífico Lorenzo. Del mismo color de la sangre es nuestro amor, siempre vivo.

Y el síndrome de Stendhal nos asola.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Contigo al fin del mundo.

PROFE CARLOS dijo...

espero escuchar pronto esos cuentos inventados en aquel mágico lugar...